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Mi nombre es John Booras. Soy un esposo cariñoso y un padre comprometido de tres hijos. Entreno fútbol para mis hijos y disfruto viendo sus encuentros de artes marciales y cualquier otra experiencia que decidan emprender. Soy abogado y un ex policía. Como hombre de fe, creo en este país y en toda su gente. No soy ni político ni multimillonario, pero he decidido que es el momento de hacer algo más para ayudar a mi país. He tomado la decisión de postularme al Congreso, para ser una voz que represente a todos aquellos que han sido silenciados. Me he sentido frustrado y realmente decepcionado con los políticos y multimillonarios que actualmente dirigen este país.

Como muchos otros, he visto que nuestros llamados por una América más segura y económicamente estable han caído en oídos sordos.

Desde que esta administración actual tomó el control, hemos entrado en una súper recesión que está siendo sentida por los estadounidenses todos los días. Nuestras calles, escuelas y negocios son más peligrosos que nunca. En lugar de recibir disculpas de nuestros funcionarios electos, se nos ha dicho que merecemos aún menos de lo que tenemos actualmente. Esto ya no es aceptable y ya no debería ser aceptable para ninguno de nosotros. Merecemos tener un entorno seguro en el que podamos criar a nuestros hijos, escuelas seguras que enfaticen el crecimiento general de nuestros hijos como individuos completos, y una economía digna del arduo trabajo y esfuerzo que sus ciudadanos dedicados han realizado para lograr. Además, cada uno de nosotros merece un sistema de salud que esté liderado por la compasión y humanidad, y que trate a los pacientes con dignidad, en lugar de priorizar las ganancias por encima de todo lo demás. Por último, y lo más importante, merecemos tener representantes gubernamentales que realmente nos representen a cada uno de nosotros, no solo a unos pocos selectos.

Ahora es el momento de dejar de lado la política partidista, de dejar de asignar valor a la D o R delante de un nombre, y de empezar a exigir una mayor calidad de representación de nuestros funcionarios gubernamentales. Debemos unirnos como estadounidenses, sin importar nuestro estatus socioeconómico, credo, raza, género, orientación u cualquier otro factor que esta administración haya utilizado para dividirnos. Aunque estoy lejos de ser perfecto, estoy arraigado en mi pasión por ayudar a los demás y prometo servir a mi comunidad con honestidad, integridad y transparencia. En mí, tendrás un representante que te ofrecerá respeto y compasión, y que será un verdadero defensor, asegurando que nuestras voces sean escuchadas en Washington DC y en el Estado de Illinois. Prometo que mi puerta siempre estará abierta para todos los miembros de mi comunidad. Prometo tratar cada problema con la reverencia que merece y consultar siempre con la comunidad antes de tomar decisiones que afecten a todos nuestros vidas.

Necesito tu apoyo y te pido que camines conmigo hoy en este viaje de llevar a todos los estadounidenses de vuelta al lugar donde debemos estar. Necesitamos traer la luz de vuelta a esta gran nación. Este es un viaje que podemos lograr juntos, y podemos lograr grandes cosas en el camino. ¡Si estamos unidos, podemos hacer cosas increíbles que asegurarán un futuro mejor y más brillante para todos nosotros y para nuestros hijos!